Todas crecimos leyendo cuentos de hadas en los que la princesa encontraba a su príncipe azul y comían perdices (nunca entendí por que comían perdices, y no otra cosa, por que, para el caso cualquier princesa hubiera preferido comer bombones o sanguches de miga).
Y eso no es todo, la cosa se pone peor. Vivimos nuestra adolescencia mirando novelas en las que todos los personajes son igualmente bellos y delgados, con pieles de porcelana y peinados de peluquería hasta cuando recién se levantan, y se la pasan encontrando al amor de sus vidas varias veces por temporada.
Mas adelante, nos hacemos adictas de las comedias románticas y nuestra cabeza se llena de estereotipos: hombres perfectos y chicas lindas e inteligentes que se encontraban en las circunstancias más ridículas y terminaban juntos y felices por siempre, con beso en un día de sol y violines de fondo. Hasta Bridget Jones, gordita, borracha y fumadora encontraba a su Mark Darcy soñado.
Pero los cuentos, las novelas y las películas son simplemente eso: historias. Entonces lo que da miedo es que el príncipe azul que tanto buscamos sea solo una fantasía y que todas nos quedemos solas por esperar algo que en realidad no existe. Y ahí es cuando pienso ¿No nos merecemos algo mejor? ¿Por que conformarse con menos? ¿Existirá el hombre perfecto? Ay, ojalá que sí.
La verdad que sí, si yo hubiese sido la princesa de esos cuentos hibiera preferido comer bombones jajaja. El diario de Bridget Jones, que buena peli ^^ No existe el hombre PERFECTO Cami, pero lo podemos inventar (? :P
ResponderEliminarEspero que andes bien, un día de estos hablamos :)